Todos tenemos malos momentos, rachas en las que pensamos que nada tiene sentido. Bajones, y días en los que no tenemos ganas de hacer nada. Todos alguna vez nos sentimos echos una mierda, nos sentimos como si no valiéramos nada. tenemos días grises, llenos de problemas, llenos de cosas que nunca querríamos haber pasado. Todos tenemos días en los que solo nos apetece llorar, tirar la toalla. Darlo todo por perdido. Y yo os digo que no es malo tener días así. No, al contrario, creo que nos hacen mucho más fuertes. Que la vida es así, tienes sus días buenos y sus días malos. Si no tuviéramos problemas, si no tuviéramos ganas de llorar, no seriamos nunca fuertes. Lo que yo os quiero decir es, que si tenéis un bajón no pasa nada. Lo tenéis, lloráis, y levantáis la cabeza. Porque la vida sigue, escalón a escalón. Y a pesar de todas las mierdas que nos pasan, a pesar de todo lo malo que nos rodea, hay que ver la parte positiva de las cosas. Y se que muchos diréis, que que fácil es dar consejos cuando vemos a alguien mal. Si, es muy fácil, y mis consejos no serán los mejores, pero se de lo que hablo. Y cuesta mucho dejar los problemas a un lado y ser feliz. Cuesta mucho sonreír cuando se tienen ganas de llorar. Pero hay que echarle un par de cojones, sonreír. Comerse el mundo. Disfrutar de la vida, porque el día que menos te lo esperes, ya no vas a poder disfrutar más de tu vida.